Padre celestial, al llegar al final del día, oro para que extiendas tus brazos protectores sobre mí y mi familia. Cúbrenos con tus ángeles y mantennos a salvo de todo peligro y daño.
Querido Dios, mientras me acuesto a dormir, libero el estrés y la tensión en mi cuerpo. Calma mis pensamientos y elimina toda inquietud. Padre Celestial, al cerrar este día con la oración de la noche, te agradezco por todas las bendiciones en mi vida : familia, amigos, amor, esperanza y un futuro seguro.
Te agradezco tu presencia en mi vida y oro para que me des sabiduría y valor para enfrentar todo lo que se me presente mañana.
Ayúdame a confiarte mi vida. Dirige mis pasos y déjame andar en tus caminos. Querido Padre, continúa hablándome en cada momento del día y de la noche. Permíteme conocer la paz perfecta que solo Tú puedes brindar.
Por encima de todo, protege mi mente y mis acciones para que el enemigo no llegue. Señor, oro y te pido que me des la sabiduría para lidiar con mis circunstancias. Ilumina mi camino a través del túnel oscuro. Concédeme un sueño reparador esta noche, Envuelve Tus suaves brazos a mi alrededor mientras sollozo en silencio en la noche, restaurando ese gozo y felicidad que una vez conocí, porque el dolor solo perdura durante la noche y el gozo vendrá por la mañana.
Permíteme descansar antes de que se asome el sol. Así puedo salir y enfrentarme al mundo y todo lo que la vida me depara, me levantaré con plena confianza, con la frente en alto, con una actitud positiva y mi confianza puesta en Ti. ¡Tengo la seguridad de que siempre estás conmigo y la batalla ya está ganada! En el poderoso nombre de Jesús, ¡Amén!
"Terminar el día con una oración es la mejor manera de dejar de lado el estrés y encontrar la paz antes de dejarse llevar por el agobio nocturno. No importa lo que halla pasado hoy, hablar con Dios en la noche renovará tu fe y te ayudará a experimentar el verdadero descanso"
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