Después de un día largo y duro, una buena noche de sueño es algo que todos esperamos. Las oraciones en la noche tienen un poder que se desata en medio de una habitación oscura y fría. Cuando nos tomamos unos minutos para reflexionar sobre nuestras bendiciones y el poder de la oración, el sueño se convierte en una medicina para el alma.  La presencia de Dios mientras escucha y responde te proporcionará paz y consuelo mientras te quedas dormido.

Padre amoroso, gracias por estar conmigo durante todo el día de hoy y por Tu mano de bendición en mi vida. Gracias por la forma en que me has guiado a lo largo de este día, y oro para que tu amorosa gracia descanse en todo lo que he hecho, que sea para tu alabanza y gloria.

Amado Señor, Tú eres mi fuerza y ​​mi suficiencia y oro para que mientras me acomodo en mi cama para dormir, me permitas ir hacia un sueño profundo y tranquilo un descanso pacífico y reparador. Elimina cualquier pequeña tensión que pueda haberse acumulado durante el día, para que pueda despertarme renovado por la mañana y listo y dispuesto a cumplir tu voluntad.

Guarda mis pensamientos inconscientes Señor, y cúbreme con Tu amor. Acércame cada vez más a Tus amorosos brazos. En el nombre de Jesús.



Descansa y deja que la luz de tu Dios guíe tus sueños. Todos tus sueños en tu descanso hoy te abrirá los ojos a lo que está por venir, tendrás tus sueños más felices y despertarás con un espíritu positivo para buscarlos y hacerlos realidad. Relájate y visualiza todo lo que quieres lograr antes de irte a dormir. 

"Terminar el día con una oración es la mejor manera de dejar de lado el estrés y encontrar la paz antes de dejarse llevar por el agobio nocturno. No importa lo que halla pasado hoy, hablar con Dios en la noche renovará tu fe y te ayudará a experimentar el verdadero descanso"

 

 

Compartir es bendecir
Pin It