La ansiedad puede ser un enemigo recurrente en nuestras vidas, puede hacerte sentir solo o sola, te puedes sentir como un velero sin timón. Para algunos, es una sensación de pánico y miedo intensos. El pecho se contrae, nuestra respiración se acelera y nuestra capacidad de concentrarnos se convierte en una hazaña casi imposible. Para otros, es un presentimiento sutil, pero constante, del futuro, del presente o de algo que no podemos identificar.

Si es tu caso, no estas solo, unos 40 millones de personas viven con ansiedad cada año, según la Asociación de Ansiedad y Depresión, y es mucho más frecuente en mujeres que en hombres. Cuando el mundo se desploma debajo de tus pies y sientes que estas perdiendo el control, recitar una oración puede ser la solución a tu problema, deja ir la preocupación que te está atenazando y simplemente deja que Dios se haga cargo.



Oh Señor, he estado ansioso todo el día y, para ser honesto, mi corazón todavía está atribulado. Señor, no quiero irme a la cama sintiéndome así. Tu palabra dice que no debemos estar ansiosos, y en oración y súplicas, debemos darte a conocer nuestras peticiones. Pongo todo lo que me está poniendo ansioso a tus pies y elijo descansar en tu amor esta noche. Cúbreme con tus brazos de amor y concédeme un buen descanso libre de problemas, libre de preocupaciones.

Vengo ante Ti para dejar mi corazón cargado y atribulado delante de ti. Cuando esté agobiado por mis miedos y preocupaciones, recuérdame Tu poder y Tu gracia. Lléname de tu paz mientras confío en ti. Sé que no puedo vencer esto por mi cuenta, pero también sé que te tengo a Ti, Señor, y que ya has pagado el precio máximo para llevar mis cargas.

Por favor, concédeme paz mental y calma mi corazón atribulado. Mi alma es como un mar turbulento. Parece que no puedo encontrar el equilibrio, así que tropiezo y me preocupo constantemente.

Dame la fuerza y ​​la claridad mental para encontrar mi propósito y caminar por el camino que me has trazado. Confío en Tu amor y sé que sanarás este estrés. Así como el sol sale cada día disipando la oscuridad de la noche.

Por favor, tráeme claridad con tu luz. En en nombre de Jesus, amen.

 

Confía en Dios y descansa. Duerme tranquilo/a sabiendo que tú y tu familia están protegidos por el mayor y mejor protector que puedes tener. Dios te dará los sueños más hermosos, llenará tu alma de energía positiva y te permitirá comenzar un nuevo día con fe y ​​​​entusiasmo para alcanzar tus objetivos.



 

"Terminar el día con una oración es la mejor manera de dejar de lado el estrés y encontrar la paz antes de dejarse llevar por el agobio nocturno. No importa lo que halla pasado hoy, hablar con Dios en la noche renovará tu fe y te ayudará a experimentar el verdadero descanso"

 

Compartir es bendecir
Pin It