La Sabiduría y la mujer insensata

La sabiduría edificó su casa,
    Labró sus siete columnas.

Mató sus víctimas, mezcló su vino,
Y puso su mesa.

Envió sus criadas;
Sobre lo más alto de la ciudad clamó.

Dice a cualquier simple: Ven acá.
A los faltos de cordura dice:

Venid, comed mi pan,
Y bebed del vino que yo he mezclado.

Dejad las simplezas, y vivid,
Y andad por el camino de la inteligencia.

El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta;
El que reprende al impío, se atrae mancha.

No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca;
Corrige al sabio, y te amará.

Da al sabio, y será más sabio;
Enseña al justo, y aumentará su saber.

10 El temor de Jehová es el principio de la sabiduría,
Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.

11 Porque por mí se aumentarán tus días,
Y años de vida se te añadirán.

12 Si fueres sabio, para ti lo serás;
Y si fueres escarnecedor, pagarás tú solo.

13 La mujer insensata es alborotadora;
Es simple e ignorante.

14 Se sienta en una silla a la puerta de su casa,
En los lugares altos de la ciudad,

15 Para llamar a los que pasan por el camino,
Que van por sus caminos derechos.

16 Dice a cualquier simple: Ven acá.
A los faltos de cordura dijo:

17 Las aguas hurtadas son dulces,
Y el pan comido en oculto es sabroso.

18 Y no saben que allí están los muertos;
Que sus convidados están en lo profundo del Seol.

 




Señor, gracias por Tus grandes promesas. Gracias por tu sabiduría. Padre enséñanos tu sabiduría. Danos el deseo de odiar todo mal, pero primero el mal que hay en nosotros mismos, llene nuestros corazones y nuestros hogares con Tu bondad, Tu amor, Tu presencia para que todos los que no te conocen, sepan que te amamos y sientan el deseo de conocerte.

Nuestro Padre ,

Gracias por la instrucción que nos das y la enseñanza que nos hace sabios. También estamos agradecidos por la reprimenda que nos das cuando nos desviamos de tu camino. Te agradecemos y te amamos aún más por el consejo siempre vigilante que continúas dándonos a través de tu Espíritu Santo.

Has dicho aquí en tu Palabra que 'el temor del Señor' es el principio de la sabiduría. A medida que buscamos tu rostro y comprensión de tu carácter, nos sentimos honrados. Estás por encima de todas las cosas, pero te tomas el tiempo para bendecir nuestras vidas.

Gracias y alabado sea tu nombre, Señor todopoderoso.

Dios todopoderoso, ayúdame a entregarme a ti. Ayúdame a tener la sabiduría y el conocimiento para temerte por reverencia al poder que tienes. Acompáñame mientras estudio tu palabra para aprender tus caminos y enseñanzas. Que pueda mantener la humildad que viene al saber que sirvo a un creador omnipotente. En el nombre de jesus, amen.





 

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