20 Jehová te oiga en el día de conflicto;
    El nombre del Dios de Jacob te defienda.

² Te envíe ayuda desde el santuario,
Y desde Sion te sostenga.

³ Haga memoria de todas tus ofrendas,
Y acepte tu holocausto. Selah

⁴ Te dé conforme al deseo de tu corazón,
Y cumpla todo tu consejo.

⁵ Nosotros nos alegraremos en tu salvación,
Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios;
Conceda Jehová todas tus peticiones.

⁶ Ahora conozco que Jehová salva a su ungido;
Lo oirá desde sus santos cielos
Con la potencia salvadora de su diestra.

⁷ Estos confían en carros, y aquéllos en caballos;
Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.

⁸ Ellos flaquean y caen,
Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.

⁹ Salva, Jehová;
Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.

“Padre Dios, en el nombre de tu Hijo Jesús, respóndeme en el día de la angustia. Escucha mi llanto durante mis pruebas. 

Señor, concédeme según el deseo de mi corazón  y cumpla todos mis propósitos en Cristo. Trae tu poder de unción en mi vida para cumplir con lo que me has llamado, Señor. ¡Me regocijo en mi salvación y cumpliré este propósito bajo el estandarte de tu nombre! Responde mis peticiones y mis oraciones, oh Señor. Anímame con tu poderosa intervención en mi vida.

Sé que salvas a tu ungido y que me escuchas desde el cielo con la fuerza salvadora de tu diestra. Jesús es tu brazo fuerte para salvar. Está sentado a tu derecha intercediendo por mí en este momento. ¡Estoy muy agradecido por esta bendición!

Algunas personas confían en carros, caballos, en fuerza militar y física. ¡Confío en el Señor mi Dios! Recuerdo tu nombre El nombre del Señor es una torre fuerte. Los justos entran corriendo y están a salvo.

Es posible que otros que se oponen a ti se hayan hundido y caído, ¡pero nosotros nos levantaremos! ¡En el nombre de Jesús, nos mantendremos firmes! Estoy tan bendecido de que nos hayas dado la capacidad de resucitar de las cenizas de la muerte y la derrota a través de tu Hijo.

¡Salva, oh Señor! Que el Rey nos responda el día que llamemos. En el nombre de Jesus. ¡Amén!"

Orar a través de los salmos es un proceso maravilloso que mantendrá fresca tu vida de oración. Usando la Palabra de Dios, puedes procesar mejor tus oraciones manteniéndote en línea con la voluntad de Dios. A medida que escuchas y lees los Salmos, podrás encontrar el propósito de Dios para tu vida.