La majestad de Jehová
93 Jehová reina; se vistió de magnificencia;
Jehová se vistió, se ciñó de poder.
Afirmó también el mundo, y no se moverá.
2 Firme es tu trono desde entonces;
Tú eres eternamente.
3 Alzaron los ríos, oh Jehová,
Los ríos alzaron su sonido;
Alzaron los ríos sus ondas.
4 Jehová en las alturas es más poderoso
Que el estruendo de las muchas aguas,
Más que las recias ondas del mar.
5 Tus testimonios son muy firmes;
La santidad conviene a tu casa,
Oh Jehová, por los siglos y para siempre.
Señor, con asombro continuamente veo como este mundo se va a la destrucción, aun asi, reconozco que tú reinas (v.1 ). No has perdido el control sobre este mundo caído y reinas sobre él. Majestuoso y poderoso sentado en tu trono obrando todas las cosas según el propósito perfecto de tu voluntad y para el bien de tus santos.
Nada está fuera de tu omnipotente, omnisciente, poder. Eres Dios y no hay otro. Y descanso en este cimiento. mientras los mares tormentosos golpean contra nosotros. Toda la autoridad en el cielo y en la tierra es tuya, Jesús. Moriste, resucitaste, ascendiste al Padre y gobiernas sobre el universo.
Señor, oro para que reines sobre mi vida. Reina sobre mi. Gobierna sobre mí. Ayúdame a someterme a ti todos los días. Ayúdame a obedecer lo que has revelado en tu perfecta y preciosa Palabra. Ayúdame a amar tu ley perfecta. Ayúdame a experimentar la bondad de someterme a tu autoridad perfecta, amorosa y misericordiosa.
Oh buen pastor, ven en pos de mí y tráeme de regreso. No me dejes alejarme de ti. Rompe mi voluntad y no me dejes hacer aquello que no me conviene.
Oración de reflexión:
“Señor Dios, eres digno de ser alabado. Tú reinas sobre toda la tierra. Qué privilegio es estar en oración contigo.
“Gracias porque soy Tu hijo y estás preparando una morada para mí. Tú eres desde la eternidad hasta la eternidad. Lo sé porque enviaste a tu Hijo a la tierra para sufrir y morir por mi pecado.
“Cuando me sienta abrumado por las vicisitudes de la vida, piense en Tu fuerza. Los Salmos dicen que estás ceñido con fuerza. Cuando el ruido de las aguas atronadoras intente ahogar Tu voz Señor, ayúdame a estar quieto y sensible a Tu Espíritu. Me sacarás de tiempos difíciles. Eres más poderoso que las olas más grandes porque la Escritura dice que más grande es el que está en mí que el que está en el mundo.
“Gracias porque tus testimonios son verdaderos y firmes. Te amo, Señor. Eres digno de ser alabado, ahora y para siempre ”. En el nombre de jesús, amen.
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