Petición de ayuda contra el enemigo

(Sal. 57.7-11; 60.5-12)

Cántico. Salmo de David.

108 Mi corazón está dispuesto, oh Dios;
    Cantaré y entonaré salmos; esta es mi gloria.

Despiértate, salterio y arpa;
Despertaré al alba.

Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos;
A ti cantaré salmos entre las naciones.

Porque más grande que los cielos es tu misericordia,
Y hasta los cielos tu verdad.

Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios,
Y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria.

Para que sean librados tus amados,
Salva con tu diestra y respóndeme.

Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;
Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Mío es Galaad, mío es Manasés,
Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.

Moab, la vasija para lavarme;
Sobre Edom echaré mi calzado;
Me regocijaré sobre Filistea.

10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada?
¿Quién me guiará hasta Edom?

11 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,
Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?

12 Danos socorro contra el adversario,
Porque vana es la ayuda del hombre.

13 En Dios haremos proezas,
Y él hollará a nuestros enemigos.




  

ORANDO LOS SALMOS: SALMO 108

Adorar es lo que vas a hacer cuando te des cuenta  y descubras  que Dios es Dios. Cuando se trata de David, es difícil encontrar un motivo para dudar de su devoción. Porque cuando hay una revelación del amor y la fidelidad de Dios, no se encuentra ningún motivo para desestimar.

El llamado de David para nosotros es simple: alaba a Dios!

¿Y por qué? Porque Dios es fiel y su amor es grande. Tan grande que debe ser exaltado. Y tan grande que su gloria cubre toda la tierra.

Hay una transición interesante que ocurre en este salmo cuando David pasa de la adoración del Dios del universo al mismo Dios que se preocupa por el bienestar común del ser humano. 

 

Al leer el salmo 108 esta semana, úselo como un medio para acercarse al Dios de la misericordia. Y que el reino de Dios  viva dentro de ti, mientras sigues a Jesús, 

Por nuestro amado Jesus.




Oración
Padre, te agradezco por este día y aliento de vida.

Te agradezco porque solo tú es digno de toda mi alabanza.

Padre, vengo a ti con total humildad, ten piedad de mí y perdóname por todas mis falta.

Padre, te agradezco por darme entendimiento para obedecerte y conocerte como el creador de todo.

Señor, te agradezco por mis finanzas porque estás aumentando y bendiciéndome divinamente.

Gracias porque mi testimonio es perfecto para tu gloria.

Gracias Jesús por las oraciones contestadas en el nombre de Jesús. Amén.




 

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