Nosotros también podemos confiar en las promesas de Dios. No importa lo que enfrentemos en la vida, nuestro Dios está con nosotros y ha prometido nunca dejarnos. Él ha prometido que nunca permitirá que seamos tentados más allá de lo que podamos soportar, pero con cada tentación proporcionará una vía de escape. Esto significa que somos responsables de confiar en él, de usar la fuerza que nos brinda y de encontrar la vía de escape que nos brinda.

Una de las cosas que se convierte en un problema para nosotros muchas veces es que Dios no trabaja en nuestro horario. Buscamos soluciones instantáneas. Queremos una solución rápida y sencilla. Después de todo, vivimos en un mundo en el que tomamos una pastilla y el dolor desaparece o ponemos nuestro plato en un microondas y nuestra comida está caliente. Nos enojamos cuando tenemos que esperar quince segundos para que nuestra computadora haga su trabajo. Lo queremos y lo queremos ahora, pero Dios no obra de esa manera.

De hecho, esperar y perseverar es a menudo parte del plan de Dios para nosotros. Es en estos que construimos fuerza y ​​carácter. Es a través de ellos que nuestra fe se prueba y se fortalece. Y luego, a veces, Dios simplemente proporciona la fuerza y ​​la resistencia para lidiar con eso, pero nunca elimina el problema, el dolor o el sufrimiento. Pablo oró tres veces para que Dios le quitara el "aguijón en la carne", pero Dios le dijo "no", pero su gracia fue suficiente para él. Entonces Pablo dijo que su fe se fortalecía en la debilidad y en el sufrimiento. La gracia de Dios todavía es suficiente para nosotros, pero podemos encontrar fuerza, paciencia, consuelo y paz en Dios.

Oh Dios, gracias por todo lo que me has dado en mi vida. He disfrutado mucho más de lo que jamás soñé posible. Gracias por mi familia y toda la alegría que me dan cada día. Ayúdame a ser mejor, esposo, padre, suegro, abuelo, hijo y hermano. Te gradezco por mi familia y los hermanos y hermanas espirituales que son un constante estímulo para mí. Oro en el nombre de Jesús.