131 Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron;
    Ni anduve en grandezas,
    Ni en cosas demasiado sublimes para mí.

² En verdad que me he comportado y he acallado mi alma
Como un niño destetado de su madre;
Como un niño destetado está mi alma.

³ Espera, oh Israel, en Jehová,
Desde ahora y para siempre.

Obtienes la imagen aquí. El salmista es como un niño desconsolado. Como imaginar a un niño acostado en el regazo de su madre, simplemente descansando, tranquilo y silencioso y eso es lo que dice el salmista, describe su corazón ante Dios. Mi corazón no se enaltece. Mis ojos no se elevan demasiado.

Querido señor,

Eres el Pastor de mi vida.

Gracias por calmarme y ayudarme a estar en armonía y unidad con tu voluntad para mi vida.

Oro para que todos, en todas partes, se den cuenta de la belleza y los beneficios de seguirte de cerca.

Oro por mis seres queridos para que expongas cada mentira que creen que los mantiene atrapados y obstaculizados del privilegio de seguirte y tener una relación contigo.

En jESÚS AMEN.