Isaías 49:15-16 ¿Pero acaso se olvida la mujer del hijo que dio a luz? ¿Acaso deja de compadecerse del hijo de su vientre? Tal vez ella se olvide, pero yo nunca me olvidaré de ti. 

 

¿Te has preguntado alguna vez si el Señor te ha olvidado? ¿Parece que no te está prestando tanta atención como debería? Si es así, recuerda que las apariencias pueden ser engañosas. Independientemente las circustancias, el Señor no te ha olvidado. Él puede estar dandote una lección para que confíes mas en Él que en sus propios recursos.

Una madre puede olvidar a su hijo, ¡pero Dios nunca lo hará!

¡Él conoce tu sufrimiento y ha visto tus lágrimas!, Dios quiere transformar tu vida aunque las circunstancias no te dejen creer por completo, Dios está a tu lado. Todo lo que está esperando es que lo aceptes en tu corazón.

Puedes pensar que es una causa perdida, que no hay solución para tus problemas o que naciste para sufrir, pero Dios tiene un plan para ti. Si no fuera así, ¡no estarías leyendo este artículo!

Deja de perder el tiempo, buscando soluciones, cuando la respuesta está dentro de ti. ¡Lo llamamos fe! Puedes pensar que no la tienes, ¡pero la tienes! Hay un gigante dormido dentro de ti. Cuando lo despiertes, podrás superar tus problemas y lograr lo inimaginable.

Por lo tanto, es hora de que tome medidas contra todos esos sentimientos de depresión, tristeza y baja autoestima y te decidas a convertirse en lo que Dios quiere que seas.

Las personas a tu alrededor podrían haberte dicho que nunca lo lograrías, que nunca serías capaz de lograr nada o que tus sueños estaban fuera de tu alcance. De hecho ahora mismo vas a demostrarles lo contrario. Lo que importa es que tienes la oportunidad de cambiar tu vida, aprendiendo cómo poner tu fe en acción.

¡Podrías pensar que Dios se olvidó de ti! No, no lo ha hecho y ahora es el momento de que te demuestres a ti mismo y al mundo entero por que eres llamado hijo de Dios.

Dios los bendiga a todos en el nombre de Jesús.



Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes, y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites felicidad. Si me das fuerza, no me quites la razón.

Si me das éxito, no me quites la humildad. Si me das humildad, no me quites dignidad, Ayúdame siempre a ver el otro lado de la moneda.

No me dejes acusar de traición a los demás por no pensar como yo.

Enséñame a querer a la gente como a mi mismo y a juzgarme como a los demás.

No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso. Mas bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.

Enséñame a perdonar que es lo más grande del fuerte y que la venganza es la señal primitiva del débil.

Si me quitas la fortuna, déjame la esperanza. Si yo le fallara a la gente, dame el valor para disculparme. Si la gente me fallara, dame el valor para perdonar. Señor, si yo me olvido de tí, no te olvides de mi.



Con amor en Cristo,

Tu Consejero Espiritual

 

"La mañana es el mejor momento para tener un encuentro con Dios. Cuando te despiertas con Dios, su presencia va contigo donde quiera que vayas".

¡Que seas bendecido en tu día!
 

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