"Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.". Salmos 55:22
Muy a menudo en la vida podemos encontrar que esto es cierto: nos aferramos demasiado a las cosas que tuvimos la intención de controlar.
Luchamos por cambiar las cosas. Nos esforzamos por mantener el orden. Pero cuando los problemas aumentan, comenzamos a comprender más completamente cuán poco control realmente tenemos.
Tal vez buscamos ayuda en diferentes lugares, pero nos olvidamos de que podemos presionar hacia nuestro Salvador. Tal vez nos olvidamos de que Él nunca cambia, y Él todavía tiene el poder de sanar y liberarnos. Tal vez no creemos que pueda, o quiera, trabajar a nuestro favor, que Él todavía es el Dios de los milagros, que puede actuar "de inmediato", que Él puede hacer en un momento lo que nos podría tomar años.
Dejemos de lado nuestros temores y avancemos hacia Él hoy, en fe y vallamos a Aquel que es Todopoderoso, compasivo, amoroso y amable. Él ya sabe los problemas que hemos tenido, conoce el dolor y las preocupaciones que hemos sentido. Optemos por creer que nuestra situación o circunstancia nunca es demasiado difícil para Él.
Él está siempre al alcance.
Él nunca está lejos.
Él está cerca.
Él está con nosotros.
A él le importa.
Él sana.
Él restaura.
Él redime.
Ve en paz.
Camina en su libertad y curación.
Que Su gran gracia te cubra este día ...
Querido Dios,
Confesamos nuestra necesidad de ti hoy. Necesitamos tu curación y tu gracia. Necesitamos que se nos recuerde que trabajas en nombre de aquellos a quienes amas, de manera constante, poderosa y completa. Perdónanos por tratar de arreglar las situaciones por nuestra cuenta, cuando la verdadera ayuda y la curación deben encontrarse primero en Ti.
Perdónanos por olvidar cuándo te necesitamos, por encima de todo. Ves donde nadie más puede ver. Tú sabes el dolor que hemos llevado. Pedimos su curación y gracia para cubrir cada grieta, Cada herida, Cada dolor del corazón.
Gracias porque eres capaz de hacer mucho más de lo que podríamos imaginar. Gracias por su GRAN PODER que actúa en nombre de sus hijos. Nos acercamos a ti, y sabemos que estás restaurando y redimiendo cada lugar de dificultad, cada batalla, para tu gloria. Gracias porque nunca nos olvidarás en nuestro dolor y sufrimiento. Hoy te presentamos todas las necesidades y problemas que hemos tenido o hemos tratado de controlar. Creemos en tu bondad, Te amamos. Te necesitamos hoy.
En el nombre de Jesus,
Amén.