Salmo 51:
Ten piedad de mí, oh Dios,
Conforme a tu misericordia;
Según la multitud de tus ternuras,
Borra mis transgresiones.
Lávame más y más de mi maldad,
Y limpia de mi pecado.
Porque yo reconozco mis transgresiones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.
Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.
He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho entender sabiduría.
Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.
Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis iniquidades.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.
Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia.
Señor, abre mis labios,
Y publicará mi boca tu alabanza.
Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto.
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Haz bien con tu benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.
Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.
Jesús te dice hoy
Hijo mío, en este día te invito a reflexionar sobre el poder de la confesión y el arrepentimiento. El Salmo 51 es un recordatorio de que siempre hay un camino hacia la reconciliación y la sanación. No importa cuán lejos sientas que has caído, quiero que sepas que mi misericordia es infinita. Al acercarte a mí con un corazón sincero, puedes encontrar la libertad que tanto anhelas.
Reconocer tus errores y buscar mi perdón es un paso valiente hacia la sanación. Cuando limpias tu corazón y te vuelves hacia mí, te ofrezco la oportunidad de comenzar de nuevo. Permíteme quitar el peso de la culpa y el arrepentimiento de tus hombros. Yo soy el que borra tus transgresiones y te renueva, creando en ti un corazón puro y un espíritu recto.
En los momentos de angustia y dolor, recuerda que puedes clamar a mí. Mi amor y compasión siempre están disponibles para ti. No tienes que cargar solo con tus luchas; ven y deja que mi luz brille sobre ti, sanando cada rincón oscuro de tu alma. Recuerda que la verdadera alegría y libertad se encuentran en mi presencia, donde puedes soltar todas tus cargas.
Con todo mi amor, Jesús.
Plegaria en respuesta
Señor, en este día vengo a Ti con un corazón arrepentido. Te agradezco por Tu misericordia y por el regalo del perdón. Reconozco mis faltas y te pido que me limpies de toda maldad. Que mi alma sea renovada y restaurada, permitiéndome volver a caminar en Tu luz.
Te pido que me des la valentía para enfrentar mis transgresiones y para hacer las paces con aquellos a quienes he ofendido. Ayúdame a vivir en un estado de gratitud, reconociendo cada día las bendiciones que me ofreces. Quiero ser un testimonio de Tu gracia, mostrando a otros el poder del arrepentimiento y el amor incondicional que Tú ofreces.
Gracias por las oportunidades de renacer y por cada nueva mañana que me regalas. Que mi corazón sea un reflejo de Tu amor y que mi vida esté llena de gozo. Permíteme vivir en la libertad que solo Tú puedes dar, y que mi espíritu sea renovado para seguir Tu camino.
Que cada día me acerque más a Ti, buscando siempre un corazón limpio y un espíritu renovado. Quiero ofrecerte mi alabanza y gratitud por lo que has hecho en mi vida.
Amén.
Conclusión
Hoy, al reflexionar sobre tu vida, recuerda que siempre hay espacio para el perdón y la renovación. Permite que tu arrepentimiento te lleve a un lugar de sanación y libertad. A medida que confías en la misericordia de Dios, cada paso que des será una manifestación de Su amor en tu vida.
Si tienes una petición de oración o quieres compartir una reflexión deja tu comentario. No olvides seguir y dar me gusta, juntos construiremos un camino lleno de paz. Que Dios te bendiga poderosamente.
Sergio Andrés, tu Consejero Espiritual. Amén.
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