La familia es la unidad más importante en cualquier sociedad y seguramente es lo más importante para ti, son las personas que siempre están con nosotros y con las que pasaremos el resto de nuestras vidas, por tal razón la familia debe permanecer unida, pase lo que pase.
Orar con nuestras familias, fortalece nuestro vínculo, enseña los niños especialmente a formar un hábito de oración dependiendo de Dios para todo lo que necesiten. Orar a diario con la familia es un buen hábito, especialmente en la mañana y en la noche, enseña cada miembro de la familia a buscar la voluntad de Dios en todo momento sin importar las circunstancias.
Oremos:
Querido Señor Jesús, es hora de que nos vayamos a la cama, te damos gracias porque estás con nosotros durante todo el día y ahora durante la noche, gracias por este momento de oración con mi amada familia y por haber prometido estar con nosotros durante toda la noche.
Gracias por las labores del día, darnos a todos un buen descanso, no permitas que nuestro hogar se contaminé de malas energías, que todo lo negativo se vaya de nuestro hogar en el nombre de Jesús, y que sólo habite ir reine la paz de Cristo, que tus ángeles protejan nuestro hogar y que el Espíritu Santo haga su obra en nosotros, que tu amor sea evidente alrededor nuestro y que podamos restaurar energías para que podamos estar listos para hacer todas las cosas que has preparado para que hagamos mañana.
Perdónanos por las cosas descuidadas que hayamos hecho hoy, y gracias por que tu amor por nosotros nunca falla y por qué tus misericordias son nuevas cada mañana.
Gracias porque moriste en la cruz para pagarnos el precio de nuestros pecados y salvarnos para que podamos vivir contigo eternamente.
Gracias, señor, porque nada nos podrá separar del amor de Dios que está en Cristo Jesús, señor nuestro. Ayúdanos a todos a descansar seguros en ti, sabiendo que somos tus hijos y tú eres nuestro Dios misericordioso. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amen.”
Dice Isaías capítulo 66, versículo 13: “como una madre consuela su hijo, así yo te consola a ti y tú serás consolado en Jerusalén."
Cuando oramos juntos como familia, creamos un espacio donde el amor de Dios puede reinar y proteger nuestro hogar. La oración fortalece nuestro vínculo, nos enseña a depender de Él en todo momento y a encontrar consuelo en su paz. Que cada noche sea una oportunidad para agradecer a Dios por sus bendiciones y para dejar nuestras preocupaciones en sus manos.
Te invito a que, cada día, oremos juntos y fortalezcamos nuestras familias en la fe. Te animo a seguir mi blog "Consejero Espiritual" y darle me gusta. Cada día compartiremos una Oración y Reflexión de la noche para que, unidos en oración, encontremos en Dios el refugio que necesitamos. ¡Nos vemos mañana para otra oración nocturna! Que Dios te bendiga y te guarde.
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