top of page

Oración y Reflexión del Día: Salmo 5

Cada nuevo día es un regalo divino, una oportunidad para renovarnos en la luz del amor de Dios. Al despertar, tenemos la maravillosa posibilidad de presentarnos ante Él, dejando nuestras preocupaciones y miedos a sus pies. En nuestra oración matutina, abrimos nuestros corazones para recibir su guía y gracia, buscando alinearnos con su voluntad en cada paso que damos. Al escuchar nuestra voz, Dios nos invita a experimentar su paz y su presencia, iluminando nuestro camino en este nuevo día.


Rayo de sol en medio de los arboles con una frase motiivadora
Consejero espiritual

Salmo 5: 


Escucha, oh Jehová, mis palabras;

considera mi gemir.


Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,

porque a ti oraré.


Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;

de mañana me presentaré delante de ti y esperaré.

 



Oremos:

 

“Buenos días, Señor. Gracias por traerme a la luz de un nuevo día. Al percibir la luz del día, Señor, mis ojos miran hacia ti en busca de tu mirada, y elevar estas palabras para empezar mi vida de nuevo.


Estaré atento a ti, Señor, sé cercano a mí en este día, da respuesta a mis plegarias y ayúdame en mis vicisitudes. Tú que eres mi Señor, mi Dios, en quien yo confío.


Hoy abro mi corazón a ti, mis ganas de vivir, mi despertar. Pongo en tus manos mis miedos, mis ilusiones.


De mañana, en tus ojos, pongo la pureza y sinceridad de mi búsqueda. De mañana, en tu camino, quiero dirigir mis pasos.


Oye mi voz, Señor, tú que eres bueno y compasivo, alienta mi vida, que busca en ti luz y calor. Guíame, Señor, tú que eres bueno y santo, Guíame hacia la luz, Guíame y allana mi camino, que tu camino, Señor, sea hoy la pasión de mi corazón y que tu espíritu santo me ayude en cada paso, que mi boca, Señor, sea hoy la expresión de mi mente y corazón y que mis palabras sean arraigadas de lo profundo de mi ser y sean verdaderas.


Señor, dame un corazón limpio para que te pueda ver, un corazón humilde para que viva hoy tu reino, un corazón bondadoso que emane misericordia.


Señor, dame un corazón lleno de paz para que se ha hijo tuyo, dame un corazón que tenga hambre y sed justicia, para que viva en verdad y haga tu voluntad.


Señor, dame un corazón fuerte para resistir las adversidades del camino, que mi corazón se alegre y se regocije hoy, porque todo lo espero de ti.


Señor, Dios mío en quien yo confío, amen.”


Al elevar esta oración, sintamos la profunda paz que Dios nos regala en cada amanecer. Él está aquí, listo para abrazarnos y guiarnos en cada paso de este nuevo día. Permítele ser la luz que ilumina nuestro camino, y que Su amor llene nuestro corazón con esperanza y alegría.


Si este mensaje ha resonado en tu espíritu, te invito a dar me gusta y seguirme en el blog. Compartamos juntos la luz de Su amor, para que cada día nos acerquemos más a Su corazón divino. Que la paz de Dios te acompañe siempre, llenando tu vida de bendiciones y alegría.

135 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Kommentare


bottom of page