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Orando a la luz del salmo 95



Orando al atardecer
Orando a la luz del salmo 95

El Salmo 95 es un hermoso himno de alabanza y adoración. Vamos a hacer un devocional basado en este salmo.


Versículo 1-2: "Venid, aclamemos alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos."

Reflexión: Comencemos nuestro devocional reconociendo la grandeza de nuestro Dios. Él es nuestra roca, nuestra seguridad y salvación. Tomémonos un momento para reflexionar sobre las razones por las cuales podemos venir ante Él con alegría y agradecimiento. ¿Cuáles son las maneras en que Dios ha sido tu roca y salvación en tu vida?

Versículo 3-5: "Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca."

Reflexión: Contemplemos la grandeza de Dios. Él es el soberano sobre toda la creación. Todo lo que existe está en Sus manos. Dediquemos tiempo a considerar la majestuosidad de Dios y cómo Su poder se manifiesta en todo lo que nos rodea.

Versículo 6-7: "Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano."

Reflexión: En respuesta a la grandeza de Dios, inclinémonos ante Él en adoración y reverencia. Reconozcamos que somos creación suya, y Él es nuestro pastor. Dediquemos un momento a agradecerle por su cuidado constante y amor incondicional.

Versículo 8-11: "Hoy, si oyereis su voz, No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto; Donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mis obras. Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga en su corazón, Y no han conocido mis caminos."


Reflexión: Este llamado a escuchar la voz de Dios y no endurecer el corazón es un recordatorio importante. Reflexionemos sobre momentos en los que podríamos haber resistido a la guía de Dios. Pidamos perdón por cualquier resistencia y busquemos su dirección con corazones obedientes.


Oración: Padre celestial, venimos ante Ti con corazones agradecidos. Tú eres nuestra roca y salvación. Reconocemos tu grandeza y poder sobre toda la creación. Te adoramos y nos postramos delante de Ti. Ayúdanos a escuchar tu voz y a obedecer tus caminos. Perdona cualquier resistencia en nuestros corazones y guíanos en tu verdad. En el nombre de Jesús oramos, amén.


 

En el Salmo 95, el autor nos presenta varias razones convincentes para alabar a Dios.


Relación Personal con Dios La adoración también fluye de nuestra relación personal con Dios. Él es nuestro Hacedor, y nosotros somos su pueblo. La imagen de ser ovejas de su mano resalta la cuidadosa guía y protección que experimentamos bajo su liderazgo. Al alabar a Dios, expresamos nuestra gratitud por esta relación especial que tenemos con Él.

En resumen, debemos alabar a Dios porque es la roca de nuestra salvación, porque es grande y soberano sobre toda la creación, y porque mantenemos una relación personal con Él. La adoración es nuestra respuesta natural a Su grandeza, amor y fidelidad.


 

Hagámonos algunas preguntas reflexivas sobre nuestra adoración a Dios, inspiradas en el Salmo 95:

  1. ¿Estoy alabando a Dios con alegría y júbilo? El salmista nos anima a aclamar alegremente a Jehová. ¿Estamos expresando nuestra adoración con gozo y entusiasmo, reconociendo la alegría que proviene de nuestra relación con Él?

  2. ¿Reconozco a Dios como la Roca de mi Salvación en todas las circunstancias? La metáfora de Dios como nuestra roca implica seguridad y estabilidad. ¿Estamos reconociendo y alabando a Dios incluso en medio de las dificultades, confiando en que Él es nuestra roca inquebrantable?

  3. ¿Medito en la Grandeza y Soberanía de Dios durante mi tiempo de adoración? ¿Dedico tiempo para reflexionar sobre la grandeza de Dios sobre toda la creación? ¿Reconozco Su poder y autoridad en mi vida diaria?

  4. ¿Me postro delante de Dios en adoración y reverencia? El salmo nos insta a adorar y postrarnos ante el Señor nuestro Hacedor. ¿Estamos tomando momentos en nuestra adoración personal para humillarnos delante de Dios, reconociendo Su majestuosidad?

  5. ¿Experimento una conexión personal con Dios en mi adoración? Recordemos que somos el pueblo de Su prado y ovejas de Su mano. ¿Estamos cultivando una conexión personal con Dios en nuestra adoración, reconociendo nuestra dependencia de Él?

  6. ¿Oigo la voz de Dios y evito endurecer mi corazón? El salmo nos advierte contra la obstinación y nos insta a escuchar la voz de Dios. ¿Estamos atentos a Su guía, evitando la dureza de corazón que puede surgir por la desobediencia?

La reflexión sobre estas preguntas nos ayuda a evaluar nuestra práctica de adoración y a buscar maneras de crecer en nuestra relación con Dios. La adoración genuina no solo es un acto externo, sino también un estado del corazón que refleja nuestra reverencia y amor hacia nuestro Creador y Salvador.


 

"Hijos míos, venid a Mí con alegría y júbilo en vuestros corazones. Soy la Roca de vuestra Salvación, el refugio seguro en todo momento. ¿Me alaban con la certeza de que en Mí encontrarán paz y seguridad?"


"Contemplad mi grandeza sobre toda la creación. En mi mano están las profundidades de la tierra, las alturas de los montes y los mares que formé con mis manos. ¿Reconocen mi poder que gobierna sobre sus vidas y el universo que les rodea?"


"Arrodíllense delante de Mí, vuestro Hacedor. Ustedes son el pueblo de mi prado, las ovejas de mi mano. ¿Sienten la conexión íntima que compartimos? ¿Confían en mi guía y protección, sabiendo que mi amor los envuelve en todo momento?"


"Oigan mi voz en la calma de su adoración. No endurezcan sus corazones como hicieron sus padres en el desierto. Estuve disgustado por cuarenta años. ¿Están dispuestos a escucharme y seguir mis caminos con corazones tiernos y obedientes?"


"Hijos míos, les hablo con amor. Escúchenme, adórenme con sinceridad y humildad. En su adoración encuentren paz, dirección y mi eterno amor. Soy vuestro Dios, y siempre estoy aquí para ustedes."


Con amor eterno Dios.



 

Padre celestial,


En este momento de sinceridad y transparencia, confieso que hay ocasiones en las que me resulta difícil alabarte. A veces, las preocupaciones diarias, las cargas y las distracciones nublan mi capacidad de verte claramente. Mis luchas internas y externas a veces me pesan, haciendo que la alabanza parezca distante.


Sin embargo, reconozco que Tú eres digno de toda alabanza, incluso en medio de mis luchas y resistencias. Abre mi corazón, oh Señor, y permite que tu luz penetre en las áreas de mi vida donde la adoración se siente desafiante. Ayúdame a superar las barreras emocionales y espirituales que me impiden alabarte plenamente.


Que en medio de mis debilidades, encuentre la fuerza en tu gracia. Que en los momentos en que la alabanza se siente forzada, descubra la autenticidad y la verdad de tu amor transformador. Permíteme experimentar la belleza de adorarte incluso en la dificultad, sabiendo que en ti encuentro consuelo, paz y renovación.

En el nombre de Jesús, amén.

 

Hermanos queridos,

En este momento sagrado, escuchemos el llamado resonante del Dios Todopoderoso. ¡Venid, alzad vuestras voces y adorad al Rey de reyes! No importa la carga que lleves, la tristeza que sientas o las dudas que te asalten. Este es el momento para levantarte, para dejar que la alabanza rompa las cadenas que te atan.


Dios no te llama desde un lugar lejano; Él está aquí, justo en medio de tus circunstancias, esperando que te acerques a Él con valentía. ¡Abandona la reserva, la timidez y la duda! Este es el instante para lanzar tu alabanza como un rugido que resuene en el cielo.

Quizás te sientas indigno, insuficiente o distante de Dios, pero Él te llama hoy. ¡Escucha Su voz! Entra en Su presencia con gratitud y alabanza, reconociendo que Él es digno de toda adoración. No dejes que las dificultades te roben la alegría de la adoración; deja que la grandeza de Dios rompa tus barreras.


¡Hoy es el día para un avivamiento en tu adoración! ¡Canta con todo tu ser, baila como David, alaba con un corazón agradecido! Que tu alabanza sea un testimonio poderoso de la fidelidad y el amor de Dios. Deja que la gloria de Dios llene tu vida y transforme cada rincón.


Levántate ahora y alaba con fuerza y ​​convicción. No te contengas. Dios anhela tu adoración sincera. Que este llamado final resuene en tu corazón: ¡Adora al Señor tu Dios con todo tu ser, porque Él es digno de toda alabanza y honor! ¡Amén!


Con gratitud y oraciones: Sergio Andres tu CE

 

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4 comentarios


Miembro desconocido
22 nov 2023

En Nombre de JESUS clamo ati parece Amén y Amén

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Miembro desconocido
22 nov 2023

Garcias padre por el hermoso salmo 95 gracia señor te pido padre perdón por todas las cosas de mi que no te agraden por aferrarme a mis quehaceres

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Miembro desconocido
14 nov 2023

Amen

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Miembro desconocido
13 nov 2023

Levanto mis manos cuando no tengo fuerza gracias Dios por sotenerlas, por ser mi escudo soy un barro en tus manos hazme ser como tu quieres Que yo sea 🙏🏻

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