Hola, soy Sergio Andrés, su consejero espiritual. Hoy quiero compartir con ustedes una poderosa oración de la noche, especialmente diseñada para proporcionar paz y protección mientras descansas. Esta oración es más que palabras; es una herramienta para conectar profundamente con la protección divina.
Antes de iniciar, les sugiero un pequeño ritual para preparar tanto su espíritu como su espacio. Encienden una vela blanca, que simboliza la luz y la pureza que queremos atraer, y tomen unos momentos para respirar profundamente, calmando la mente y el corazón. Este acto de preparación es esencial para entrar en un estado de receptividad y conexión.
Os animo a comprometeros a realizar esta oración durante 7 días seguidos antes de dormir. El número siete no es un número cualquiera; es conocido en muchas tradiciones espirituales como el número de la perfección divina. En la Biblia, el siete simboliza la completitud y la integridad que Dios otorga a Su creación. Al orar durante siete noches, invitamos esa perfección y esa plenitud a nuestras vidas, buscando una protección completa y una paz profunda.
Si esta oración os trae consuelo y serenidad, os pido que le deis 'like' a este video, os suscribáis a mi canal para más guías espirituales, y compartáis este mensaje con aquellos que necesiten paz nocturna. Al difundir estas palabras, extendemos la protección y la tranquilidad a más personas.
Ahora, preparemos nuestros corazones y comencemos con esta oración."Señor Dios, Padre celestial,
Al caer la noche y el silencio envuelve nuestro mundo, me acerco a Ti con un corazón lleno de gratitud y humildad. Gracias, Señor, por las bendiciones de este día, por cada respiración, cada paso, y cada momento que me has concedido.
En esta hora de reposo, te pido, amado Dios, que extiendas sobre mí y sobre mis seres queridos Tu mano protectora. Envuélvenos en Tu paz divina, que calma todas las tormentas y suaviza todas las preocupaciones. Que Tu amor sea el guardián que disipe los miedos de la noche y las sombras de la soledad.
Señor, en Ti encuentro refugio y fortaleza. Limpia mi mente de las ansiedades del día y renueva mi espíritu mientras descanso en Tu presencia sagrada. Permite que bajo Tu cuidado, mi sueño sea tranquilo y mi descanso seguro. Rodea esta casa y a todos los que en ella habitan con Tus ángeles guardianes, para que en esta noche, como en todas las noches, no haya nada que temer.
Te pido también, Dios misericordioso, que me despiertes a un nuevo día lleno de Tu esperanza y Tu luz. Que al abrir mis ojos, pueda sentirme renovado y listo para seguir el camino que has trazado para mí, sabiendo que cada día es una nueva oportunidad para hacer Tu voluntad y mostrar Tu amor al mundo.
Gracias, Padre, por escuchar mi oración y por ofrecerme la promesa de Tu paz y Tu protección. Confió plenamente en Ti y me entrego a Tu gracia, esta noche y siempre.
Con esta fe y confianza, cierro mis ojos y dejo que la calma llene mi ser. Te pido, Señor, que purifiques mis pensamientos y suavices mi corazón mientras me sumerjo en el sueño. Que las preocupaciones del día se desvanezcan en la certeza de tu protección y tu amor incondicional.
Dios de bondad, vigila a quienes sufren y a quienes la noche les trae más angustia que descanso. Extiende tu consuelo y tu curación a los enfermos, tu fuerza a los desfallecidos, y tu luz a aquellos que se encuentran en la oscuridad de la desesperación. Que tu presencia sea un bálsamo que alivie el dolor y un faro que guíe hacia la esperanza.
Y mientras el mundo descansa, trabaja en nosotros, Señor. Prepara nuestros corazones para el día que vendrá y enséñanos a amar y servir como tú lo haces. Que cada mañana nos encuentre más cerca de ti, más llenos de tu Espíritu y más entregados a tu servicio.
Señor, encomiendo a ti mi descanso y el de todos aquellos que buscan en ti su refugio. Que pasemos esta noche bajo tu mirada vigilante, seguros de que no hay nada que temer bajo la sombra de tus alas. Gracias por ser nuestro refugio y nuestro sustento, en esta noche y en todas las que están por venir.
En el sagrado nombre de Jesús, te lo pido y te doy gracias.
Amén.
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