Salmo 44 (extracto)
Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado,
La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos;
Afligiste a los pueblos, y los arrojaste.
Porque no se apoderaron de la tierra por su espada,
Ni su brazo los libró;
Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro,
Porque te complaciste en ellos.
Tú, oh Dios, eres mi rey;
Manda salvación a Jacob.
Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos;
En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.
Porque no confiaré en mi arco,
Ni mi espada me salvará;
Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos,
Y has avergonzado a los que nos aborrecían.
En Dios nos gloriaremos todo el tiempo,
Y para siempre alabaremos tu nombre.
Oración
Señor Todopoderoso, en esta noche me acerco a Ti con un corazón lleno de confianza y gratitud. Mientras la oscuridad cubre el cielo, sé que Tu luz sigue brillando, iluminando mi camino y recordándome que en Ti está mi victoria. Así como libraste a Tu pueblo en tiempos antiguos, sé que hoy sigues siendo mi refugio y mi fuerza en cada batalla.
Padre amado, al terminar este día, pongo a Tus pies cada lucha que enfrenté y cada carga que aún pesa sobre mí. Reconozco que no es mi fuerza, ni mi habilidad, sino Tu poder y Tu amor los que me sostienen. En Ti encuentro descanso y la certeza de que, incluso en los desafíos más grandes, Tú estás obrando a mi favor.
Te alabo porque nunca me dejas solo. Esta noche entrego mis temores, mis inquietudes y todo lo que no puedo controlar. Llena mi corazón con Tu paz, esa que sobrepasa todo entendimiento, y dame la seguridad de que Tu diestra y Tu brazo poderoso están guiando cada aspecto de mi vida.
Gracias, Señor, porque Tu fidelidad no depende de mis méritos, sino de Tu gracia infinita. Que mi sueño esta noche sea tranquilo, lleno de Tu presencia y Tu consuelo. Que mañana despierte renovado, listo para caminar en la victoria que Tú has preparado para mí.
Amén.
Conclusión
La noche es un momento para renovar nuestra fe y entregarle a Dios cada carga del día. Confía en que el Señor, quien te sostuvo hoy, seguirá obrando en tu vida, guiándote hacia la victoria. No importa cuán incierto sea el camino, Su poder y Su amor siempre están contigo.
Si esta oración ha traído paz a tu vida, compártela con alguien que necesite consuelo. Sigue esta página y dale me gusta para continuar recibiendo palabras de esperanza y fortaleza. Que la luz de Dios guarde tu corazón esta noche y te renueve con Su paz.
Sergio Andrés, tu Consejero Espiritual.
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