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El Salmo 91 es uno de los salmos más poderosos de la Biblia, en la Palabra de Dios. Este salmo tiene el poder de otorgarte la bendición de la protección y romper muchas ataduras en tu vida. Además, trae la bendición de la protección para tu hogar y tu familia. Hoy vamos a orar juntos el Salmo 91, y te aseguro que después de esta oración, Dios te bendecirá grandemente.
Este salmo es especial, y quiero que lo ores junto a mí, ya sea repitiendo las palabras o mentalmente, para que puedas recibir todas las promesas contenidas en esta poderosa oración del Salmo 91.
Deja tus Peticiones de Oración
Te invito a que te sientas libre de dejar tus peticiones de oración. En esta oración del Salmo 91, te animo a escribir los nombres de tus familiares en los comentarios. Como mencioné antes, este salmo es una poderosa oración de victoria para la familia y para nuestro hogar. Deja los nombres de tus seres queridos en los comentarios, porque voy a orar y presentar a cada uno de ellos ante Dios. Para la gloria de Dios, ya somos una gran familia de oración.
Preparación para la Oración
Prepara tu corazón, porque después de esta oración con el Salmo 91, verás la mano de Dios actuando en tu vida. Te sugiero que escuches esta oración y la repitas durante toda la semana. Será muy beneficioso para ti si durante siete días escuchas esta oración del Salmo 91. Ahora, vamos a orar juntos este poderoso salmo de bendición, de victoria, de liberación y de protección familiar.
El que habita al abrigo del Altísimo,
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
Él te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.
Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,
No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.
Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.
Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.
Señor Todopoderoso, en este momento me acerco a Ti con humildad y confianza, sabiendo que Tu palabra es verdad y que Tus promesas son eternas. Declaro que, así como dice el Salmo 91, estoy bajo Tu protección, cubierto por Tus alas, y que en Ti encuentro refugio.
Padre, reconozco que hay ataduras en mi vida que necesitan ser desatadas, cadenas que me impiden avanzar hacia la libertad que has prometido. En el nombre poderoso de Jesús, clamo a Ti, Señor, para que rompas toda atadura que me esclaviza, sea en mi mente, mi corazón, mi espíritu o en mi cuerpo. Desata, oh Dios, cualquier vínculo de opresión, ansiedad, temor, o cualquier otro poder que quiera apartarme de Tu voluntad.
Declaro, conforme a Tu palabra en el Salmo 91, que ninguna plaga tocará mi morada, que seré librado del lazo del cazador y de la peste destructora. Cubre mi vida, Señor, con Tu escudo de verdad y rodéame con Tu protección divina. Que caigan a mi lado mil, y diez mil a mi diestra, pero que a mí no me alcance ninguna aflicción.
Padre Celestial, rompe todo yugo de esclavitud, desata todo lazo de iniquidad, y líbrame de cualquier maldición generacional. Me acojo a Tu promesa de que me has dado autoridad para hollar serpientes y escorpiones y sobre todo poder del enemigo. Declaro que no hay arma forjada contra mí que prospere, porque en Ti estoy seguro.
Te pido, Señor, que envíes a Tus ángeles alrededor de mí, para que me guarden en todos mis caminos, como has prometido en Tu palabra. Que ellos me sostengan en sus manos, para que no tropiece mi pie en piedra. Dame la fortaleza y el discernimiento para caminar siempre en Tu luz, sabiendo que Tú eres mi refugio y mi fortaleza.
Gracias, Señor, porque sé que has escuchado mi clamor. Confío en que hoy has comenzado una obra poderosa de liberación en mi vida. Me declaro libre en el nombre de Jesús, y me dispongo a vivir en la plenitud de Tu propósito para mí, bajo la sombra de Tus alas protectoras.
Señor, mientras continúo en Tu presencia, te ruego que derrames sobre mí una unción fresca, una unción que rompa todo yugo y deshaga todo plan del enemigo en mi vida. Reconozco que no puedo hacerlo en mis propias fuerzas, pero en Ti, Señor, tengo la victoria.
Desata, oh Dios, todo espíritu de confusión que quiera nublar mi mente, toda atadura de indecisión que me impide avanzar. Abro mi corazón a Tu dirección y te pido que me llenes con Tu sabiduría, esa sabiduría que viene de lo alto y que guía mis pasos con firmeza y seguridad.
Rompe, Señor, toda cadena de pasado que me mantiene anclado en el dolor, el resentimiento o el miedo. Declaro en Tu nombre que soy una nueva creación en Cristo, que las cosas viejas pasaron y que todas son hechas nuevas. Desata toda atadura de fracaso, toda palabra negativa que se haya pronunciado sobre mi vida, y reemplázala con Tu verdad, que dice que soy más que vencedor por medio de Aquel que me amó.
Te pido, Padre, que cortes toda atadura emocional, cualquier relación o vínculo que no sea de Tu agrado y que esté impidiendo mi crecimiento espiritual. Líbrame de todo lazo de amargura, envidia o ira, y llena mi corazón de Tu amor, paz y gozo.
Señor, también te ruego que desates mis manos para servirte con libertad y gozo. Que pueda usar los dones y talentos que me has dado para Tu gloria, sin limitaciones ni ataduras. Que cualquier barrera que el enemigo haya puesto para detener Tu obra en mi vida sea derribada en el nombre de Jesús.
Padre, desata mi lengua para proclamar Tu grandeza, para hablar palabras de vida, de esperanza y de verdad. Que todo temor de expresar Tu palabra sea removido, y que pueda testificar de Tu bondad con valentía.
Y, finalmente, Señor, te pido que desates mi espíritu para adorarte en espíritu y en verdad. Que no haya ataduras de rutina, religiosidad o distracción que impidan que mi adoración llegue a Tu trono como un incienso agradable. Que pueda adorarte con todo mi ser, libre de toda carga y opresión.
Gracias, Señor, porque sé que estás obrando poderosamente en mi vida. Confío en que lo que has comenzado lo perfeccionarás hasta el día de Cristo Jesús. Me dispongo a caminar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios, sabiendo que Tú eres mi libertador, mi protector y mi refugio eterno.
Señor, mientras me mantengo en Tu presencia, me rindo completamente a Ti. Entrego cada área de mi vida bajo Tu señorío, y te pido que tomes control total. Desata cualquier lazo que aún esté oculto en mi corazón, cualquier raíz de amargura, miedo, o desconfianza que pueda estar minando mi fe. No quiero que nada, absolutamente nada, interfiera con la relación profunda y sincera que deseo tener contigo.
Clamo, Señor, por la liberación de mi mente. Renueva mi entendimiento y purifica mis pensamientos. Desata toda atadura de ansiedad, depresión o duda que quiera apoderarse de mi mente. Reemplaza esas cadenas con Tu paz, una paz que sobrepasa todo entendimiento, una paz que guarda mi corazón y mi mente en Cristo Jesús.
Padre, también quiero pedirte que desates toda área financiera de mi vida. Declaro que Tú eres mi proveedor, que todas mis necesidades están suplidas según Tus riquezas en gloria. Rompe cualquier ciclo de escasez, deuda o mala administración que esté bloqueando las bendiciones que tienes para mí. Dame sabiduría para manejar los recursos que me has confiado y la generosidad para bendecir a otros conforme a Tu voluntad.
Te pido, Señor, que desates mi futuro, que toda preocupación por lo que vendrá sea colocada en Tus manos. Desata cualquier espíritu de temor que intente detenerme o paralizarme en el camino que has trazado para mí. Abre puertas que nadie puede cerrar, y cierra aquellas que no son parte de Tu plan para mi vida. Guíame con Tu luz, ilumina mi camino, y hazme descansar en la certeza de que mis tiempos están en Tus manos.
También, Señor, te ruego que desates mi corazón para amar como Tú amas. Quita toda dureza, todo rencor o juicio que pueda haberse alojado en mí. Enséñame a ver a los demás como Tú los ves, con ojos de compasión y misericordia. Que pueda ser un reflejo de Tu amor en este mundo, un instrumento de Tu paz y una voz de esperanza para aquellos que están atrapados en las mismas ataduras de las que Tú me has liberado.
Finalmente, Señor, te pido que desates mi espíritu para caminar en la plenitud de Tu Espíritu Santo. Que no haya nada que impida el fluir de Tu presencia en mí. Llena cada rincón de mi ser con Tu poder, para que pueda vivir una vida victoriosa, abundante y en constante comunión contigo. Que cada día sea una oportunidad para experimentar Tu libertad, para caminar en la luz de Tu verdad, y para crecer en la fe que mueve montañas.
Gracias, Señor, porque sé que me has escuchado, y confío en que ya has comenzado una obra de liberación en mi vida. Te alabo y te doy toda la gloria, porque en Ti soy verdaderamente libre.
Señor amado, en este momento quiero presentarte todas las áreas de mi vida afectadas por la enfermedad y la ansiedad. Reconozco que estas son cargas que pueden oprimir mi espíritu, debilitar mi cuerpo y nublar mi mente. Te ruego, Señor, que desates todo lazo de enfermedad que esté afectando mi salud. Declaro en el nombre de Jesús que por Tus llagas he sido sanado, y tomo autoridad sobre cualquier dolencia física, mental o espiritual que intente robarme la vida abundante que has prometido.
Padre, desata también toda atadura de ansiedad que trate de invadir mi mente y corazón. Sé que la ansiedad es una trampa del enemigo para mantenerme en constante preocupación, pero hoy, en Tu nombre, la rechazo. Desato mi mente de toda ansiedad, miedo y preocupación, y la lleno de Tu paz, esa paz que sobrepasa todo entendimiento y que guarda mi corazón y mi mente en Cristo Jesús.
Te pido, Señor, que me fortalezcas cada día para enfrentar cualquier enfermedad o ansiedad con la certeza de que Tú estás conmigo, que Tu vara y Tu cayado me infunden aliento, y que en Ti encuentro refugio y fortaleza, un pronto auxilio en las tribulaciones.
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Padre, te pedimos que rompas las ataduras de la duda y el temor que puedan estar oprimiendo el corazón de esta persona. Que tu paz, que sobrepasa todo entendimiento, llene su mente y su espíritu. Desata, Señor, las ataduras de la ansiedad y el estrés que roban la alegría y la confianza en Ti. Declaro que tu amor perfecto echa fuera todo temor y que la paz de Cristo reina en su vida.
Señor, te ruego que sanes las heridas del pasado, todas aquellas cicatrices emocionales que aún laten con dolor. Libérala de los recuerdos traumáticos, de las culpas y de los resentimientos. Que tu amor sanador toque cada rincón de su alma, trayendo restauración y nueva vida.
Dios de provisión, abre las puertas de oportunidades y prosperidad para esta persona. Que todo bloqueo financiero, toda traba en su carrera y todo obstáculo en su camino sean removidos por tu gracia. Que tu favor divino lo acompañe en cada paso que dé, y que pueda ver tu mano proveyendo en cada necesidad.
Padre celestial, en el nombre de Jesús, declaramos que toda influencia negativa, todo lazo de dependencia emocional, todo abuso y manipulación, son destruidos ahora mismo. Que la libertad en Cristo se manifieste plenamente, llenando su vida de dignidad y fuerza.
Te pedimos, Señor, que envíes tu luz a cualquier rincón oscuro de su vida. Que cualquier secreto, mentira o engaño que ha mantenido a esta persona en cautiverio, sea revelado y disuelto por tu verdad. Que tu luz resplandeciente ilumine su camino y guíe cada una de sus decisiones.
Finalmente, Dios eterno, te pedimos protección y bendición para sus seres queridos. Que tu presencia rodee a su familia, amigos y todos aquellos que ama, guardándolos de todo mal y guiándolos hacia tu verdad y tu amor.
Confiamos en tus promesas, Señor, y descansamos en tu poder y tu misericordia. En el nombre de Jesús, nuestro Salvador y Redentor. Amén.
Conclusión y Bendiciones
Toma propiedad de esta oración. Se que la tomas. Quiero decirte que todas las bendiciones contenidas en el Salmo 91 ahora están sobre ti, sobre tu hogar y sobre tu familia.
Te repito, si puedes, escucha esta oración durante siete días consecutivos. El número siete es el número de Dios, el número de la perfección. Busca esta oración en el canal y repítela durante los próximos siete días. Será de gran beneficio para ti. Luego, comparte en los comentarios tus testimonios, porque sé que serán muchos.
Comparte la Bendición
Te pido que envíes esta oración a tus familiares y amigos. Hay muchas personas que necesitan las grandes bendiciones de victoria y protección del Salmo 91 en sus vidas. Envíaselo a tus seres queridos; todos serán muy bendecidos.
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Que Dios te bendiga poderosamente, sigue escuchando a tu consejero espiritual
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